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             A diferentes edades los niños tienen temporadas en que comen bien, mucho, poco, o casi nada, y esto se relaciona en ocasiones con las diferentes etapas del crecimiento y desarrollo; en términos generales y a cualquier edad pediátrica, el incremento del peso y talla es el reflejo de una buena o mala alimentación.  Existen tablas donde según su edad el niño deberá tener cierto peso y talla en tres variables; alto, promedio y bajo según el biotipo del niño (robusto, normal o delgado), siendo normales cualquiera de ellos, recordemos que existen desde el nacimiento gorditos y flaquitos.  El parámetro más importante para valorar el crecimiento y desarrollo, y por medio de ellos la alimentación adecuada, es la comparación del peso y talla de un niño con él mismo, en determinado periodo de tiempo.  Existen, independientemente del biotipo, máximos y mínimos de incremento de peso y talla para las diferentes edades en determinados tiempos; los menores de cuatro meses de edad deben incrementar su peso en un mínimo de 750 g. y un máximo de 1000 g. por mes. Los mayores de un año deben incrementar en promedio 250 g. por mes y así podemos encontrar muchos ejemplos.

Una buena alimentación será aquella que permita el adecuado incremento del peso y la talla (y su adecuada relación entre los dos) según la edad y características del niño,  pero no debemos perder de vista que la alimentación tiene un papel igual de importante en el desarrollo, la inteligencia del niño se verá afectada por una buena o mala alimentación, sobre todo en cuanto a los componentes de la misma; un niño puede alimentarse bien en cantidad, y en calidad ser deficiente en algunos nutrimentos que son importantísimos para ciertas funciones o sistemas del organismo.

Hablar de todo ello es imposible en un solo artículo, podemos abordar la alimentación infantil por edades, por etapas, por tipos de alimento o nutrimentos, por su aspecto meramente nutricional o por su aspecto afectivo o conductual, por las alteraciones que se presentan en las enfermedades o la prevención o tratamiento que pueden derivarse de la alimentación, sin olvidar lo referente a tradiciones y costumbres de la alimentación infantil en México.

El papel del pediatra dentro de la alimentación infantil es importante, de hecho, la razón de que existamos los pediatras es principalmente el vigilar el adecuado crecimiento y desarrollo de los niños, no como se cree actualmente, el curarlos únicamente de sus enfermedades.       ........(Continúa)