Cuando el niño no crece.

Para los padres un punto crucial de la crianza de los hijos estriba en el verlos subir de peso y de talla, que a fin de cuentas son los principales parámetros del crecimiento y desarrollo. Las mamás se preocupan por que sus hijos coman bien  para que crezcan bien y, aunque las comparaciones son malas pero a veces necesarias, toman como referencia para su hijo a los más altos, más fornidos o más listos del grupo de convivencia de la escuela, la familia o los vecinos.
Es de darse a notar la insistencia de las madres por que los hijos coman bien, lo cual no se circunscribe a la etapa pediátrica, inclusive siendo ya los hijos formadores de otra familia, es decir casados y con hijos a su vez, la mamá preguntará en cada visita si ya comieron o gustan de comer algo.  Esta conducta heredada generacionalmente tiene su origen en la evolución, la mamá intuye que el comer bien es sinónimo de crecer bien, y así como estará toda la vida pendiente de que sus hijos se alimenten correctamente, valorará el peso y la talla como resultante de un adecuado desarrollo.
Es importante mencionar que SIEMPRE un niño debe de subir de peso y talla, casi siempre en forma alterna, en temporadas peso y en otras temporadas talla. Dependiendo de la edad del niño este crecerá y subirá de peso y talla en forma rápida o lenta, por eso los valoramos en consulta cada cierto tiempo. 
El trato diario madre-hijo en ocasiones NO permite a la mamá el darse cuenta de ese crecimiento;  ella cree que su hijo NO está creciendo, máxime si lo compara con otros niños de la misma edad pero con diferente complexión. Debemos tomar en cuenta que existimos seres humanos delgados, medianos o robustos; así como altos, medianos o bajos, y todos ellos se clasifican dentro de lo normal. La variabilidad entre los niños con peso o talla alta y peso o talla bajos puede ser muy notoria y causar angustia a las mamás que tienen hijos con peso ó talla bajos.  Decididamente, en la consulta diaria es muy común que acudan las mamás con la preocupación por que su hijo no come bien, es el mas pequeño o el mas flaco de la clase o del grupo social en que se desenvuelve, pero NUNCA llegará una mamá quejándose o preocupada por que su hijo sea el mas alto o fornido de ese grupo.
La mayoría de las veces, afortunadamente, es una falsa impresión de los padres el considerar que su hijo no está creciendo o subiendo de peso (la mamá se preocupa más por el peso y el papá por la talla) y se comprueba fácilmente en la consulta al valorarlo con las tablas de peso y talla para la edad, y al comprobar que tiene el incremento esperado para el lapso de tiempo entre sus últimas valoraciones. Los familiares y amigos contribuyen a esa falsa impresión al hacer comentarios desfavorables sobre la complexión o estatura del niño, casi siempre en referencia con otros niños de la misma edad pero con diferente complexión.
Ahora bien, si ya tomamos en cuenta el aspecto genético-hereditario (la complexión de los padres y familiares) y comprobamos que se han estancado el peso y la talla, o peor aún, ha disminuido el peso, debemos considerar que pueda existir una enfermedad que lo esté provocando, siempre tomando en cuenta el cuanto y qué está comiendo.
Las mamás frecuentemente consideran que su hijo come mal y por tanto va a estar más pequeño y más flaco que los demás, lo cual no debe preocuparles si el crecimiento y desarrollo se mantienen constantes.
No hay niño que se desnutra teniendo comida a la mano y, sobre todo, tratemos de no compararlos mas que con ellos mismos.
 

Dr. Alberto Medina Chanona
Pediatría Integral

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